En cuanto habilitaron la piscina del club para matronatación, con agenda previa, me anoté para ir con Vice. Como medida sanitaria contra la pandemia sólo puede acompañarlo un padre, y no me voy a poner a discutir, porque en este país somos tres millones de epidemiólogos. Como el socio soy yo, he aquí nuestra primera actividad de camaradería social y deportiva. La primera vez, la madre viene con nosotros para sacar fotos desde el balcón pero las profesoras la dejan bajar y estar al borde de la piscina. La lucha contra el covid 19 impone límites que gracias a la buena onda se estiran hasta ahí.
Seguir leyendo «Matronatación, deporte extremo»