El viejo y el río

Durante nuestra estancia en Bonn, antes de que naciera Vicente, vivíamos a cuatro cuadras del Rin y ya que había varios clubes de remo en ambas orillas, me inscribí en un par y volví a remar —cosa que no hacía desde niño—, pero esta vez en serio, con banco móvil, en botes de fibra, de competición, unas naves espaciales, la clase de objetos que son lindos de ver, armoniosos y estilizados.

Seguir leyendo «El viejo y el río»
El viejo y el río

Casos y cosas del transporte

Una consecuencia afortunada de haber sido capital es que Bonn tiene una infraestructura proyectada para un crecimiento y una alcurnia que finalmente no tuvo. Tiene líneas de metro con estaciones como para Tokio y resulta que arriba no vive nadie para llenarlas ni siquiera en horas pico. Uno baja a la estación, mira para allá, mira para acullá y dispone de cien metros para sentirse solo. No pasan los cardos volando porque no hay ni viento, apenas un tipo del otro lado más solo que yo.

20160602_184650

Seguir leyendo «Casos y cosas del transporte»

Casos y cosas del transporte